Inteligencia de negocio en la nube

Es muy probable que en estos momentos en su organización exista una base de datos paralela a la operativa, utilizada solamente para generar reportes a la gerencia. Esa base de datos con vida propia se conforma por piezas de una o varias bases de datos que almacenan la información transaccional de las aplicaciones de su organización, y en algunas ocasiones es complementada con otros datos (o metadatos) proveniente de fuentes complementarias para enriquecer su contenido y apoyar las tareas de análisis, o como ambiciosamente le decimos, ser la plataforma de la «inteligencia de negocio», generalmente llamamos B. I. (siglas en inglés) de tal proceso, un fundamento en la vida del profesional en tecnologías de la información.

Coloquialmente, realizamos esta separación de las bases de datos transaccionales y aquellas realizadas para análisis por varios motivos, primero, para aislar el procesamiento y obtener rapidez en nuestros «queries», los cuales traen consigo una complejidad mayor.

Pero otro motivo importante, es poder colocar información adicional ya sea actual o histórica, con fines comparativos, y también información complementaria como mapas o censos, con tal de enriquecer la visualización de los reportes, realizar cruces o asociaciones a otros aspectos relevantes de nuestra información.

Se puede distinguir el esfuerzo que esto representa para las áreas informáticas,  mantener otra base de datos en otro servidor, optimizada y operando 24 horas, sin contar que también hay que respaldarla y mantener las aplicaciones de reporteo, análisis y el proverbial amplio etcétera.

Por otro lado, los requerimientos de análisis cambian, y en ocasiones obedecen a un esquema de variabilidad que obliga a reestructurar, integrar nuevos elementos e incluso tener que proveer más capacidades en cuanto a procesamiento, debido a los nuevos requerimientos. Las aplicaciones de B. I. son pues, esenciales.

Es por ello, y aunque abierto a debate, que junto con los respaldos, la Inteligencia de Negocio es una de las cargas de trabajo mejor perfiladas para moverse a la nube, y una de las que presenta mayor cantidad de ofertas y adaptaciones, al poder instaurarse desde un modelo tradicional IaaS, hasta consumo completo como servicio en modelo SaaS, es de considerar que existe una amplio espacio intermedio entre ambas opciones, lo cual añade la capacidad de modular el crecimiento en las capacidades en una manera mucho más ágil, comparado con las que habitualmente se presentan con la aplicación en sitio.

Analizando el stack completo de B. I. y la oferta en Azure y AWS, citando dos proveedores con cobertura completa del stack, lo cual no excluye cualquier otra propuesta a nivel IaaS en otros proveedores de nube, cada situación es diferente y es importante revisar cada requerimiento particular, aún con ello, compartiremos algunos consejos prácticos:

1.- Empezar con un esquema controlable, quizá moviendo una base de datos a un ambiente «administrado» sobre todo si la base de datos es SQL y no requiere gran cantidad de aditamentos adicionales para correrse en un esquema PaaS. 

2.- Elegir un mecanismo optimizado para mover datos desde la fuente, al destino en la nube. Data factory (Azure) / Glue (AWS).

3.- Empezar con su servidor de reportes en IaaS (inclusive en sitio), pero conectado a la BD en la nube, en lo que se evalúan las herramientas de visualización del proveedor de nube elegido.

4.- Proveer mecanismos de acceso y seguridad asociados.

5.- Considere que parte de la eventual migración desea delegar a su consultor o proveedor de nube, y el tiempo necesario para realizar el movimiento.

Examine como se encuentra actualmente su plataforma de Inteligencia de Negocio y revise con nosotros sus opciones, si desea información adicional, contacte con nosotros.

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